Cuando lo volví a
ver después de tanto tiempo, supe con certeza que nuestra historia no estaba ni
de lejos acabada. Más que nunca me di cuenta de que lo había echado de menos,
de que me había privado a mi misma de algo que quería tan solo porque era lo
que el resto de gente pensaba que tenía que hacer. No era el tipo de amor que
sienten los enamorados el que sentía yo, ni tan solo eran las ganas de mantener
una relación; era, simplemente, el hecho de saber que algo nos seguía uniendo
después de tres años, y que lo seguiría haciendo siempre. Y lo más probable era
que nunca llegáramos a estar juntos; nunca lo habíamos hecho del modo que lo
hacen las parejas y seguramente no habría funcionado.. Pero nos tendríamos allí.
De una forma u otra, nuestra relación era especial por el simple hecho de no
serlo, pero de alguna forma eso la hacía bonita.
Supongo que es cierto
eso que dicen que el primer amor no se olvida, por muy mal que vayan o acaben las
cosas. Supongo que hay gente con la que no se sabe cómo mantienes un vínculo
especial, de alguna forma más allá de la amistad, aunque nunca llegue a
consolidarse. Supongo que todo pasa por
alguna razón, aunque nunca lleguemos a descubrirla. Así que sí, ya va siendo
hora de recuperar viejas promesas y reconquistar antiguos amores.