Y cómo explico yo que ni
después de pasar 627 días sin ti he aprendido a vivir sola. Cómo explico que
aunque he llegado a odiarte el amor siempre ha sido más fuerte. Que dolía verte
triste a mi lado, pero duele más verte sonreír sin mí. Que echo de menos el
tren que me llevaba directa a ti, aunque los viajes sin tu voz se me hacían
interminables. Que quiero volver a dormir contigo, a acariciar tu piel desnuda
y a besar cada centímetro de tu boca.
Cómo explico yo que
después de tu marcha no fui capaz de quitar todas esas fotos. Que no fui capaz
de arrancar las páginas de esa libreta donde me escribiste todos los poemas que
hablaban de amor. Que mis sábanas siguen oliendo a ti aunque las haya lavado
mil veces; o no, puede que sea simplemente yo quien nota tu olor por todos
lados. Que aun tengo esa lista incompleta de cosas por hacer en mi móvil, y que
no he dejado de hacer el mismo camino que hacíamos cada mañana.
A ver cómo
explico yo, amor, que ni el mismo dolor me aleja de ti.