lunes, 20 de octubre de 2014

Ahora lo sé

Hubo un tiempo en que todos los chicos me hacían daño. Fuera como fuera, siempre terminaba todo con alguna mentira. Mis amigas me decían que era mi culpa, que era yo quien los elegía y quien confiaba en ellos, que era yo la que dejaba que me hicieran daño. Me decían que no me valoraba porque dejaba que las cosas pasaran como tenían que pasar, que no los culpaba a ellos de todo lo que ocurría. Como si ellos decidieran si las cosas iban bien o no, ¿verdad? Como si lo decidiera yo.
Llegué a pensar que había algo malo en mí. Llegué a pensar que lo estaba haciendo todo mal, que era la culpable de todo lo que me pasaba. Y hay veces en que simplemente no hay culpables. Las cosas pasan, cambian, quedan, y no siempre hay una razón por ello. Me habrá costado años darme cuenta, pero ahora sé que no era mi culpa. Todo necesitábamos crecer, y yo necesitaba creer en mí misma, y por encima de todo, por mi misma.

La mayoría de veces mis amigas siguen sin entenderme, pero supongo que en cierto modo no me afecta; sé que en muchos aspectos pienso diferente a mucha gente. Y me seguirán y seguiré haciendo daño involuntariamente, pero no me importa, así es la vida, así somos nosotros. Sé que no hay nada mal en mí.